Recientemente revisé el congelador de mi nevera y vi que tenía que ir pensando en darle jaque mate a algunos ingredientes (en particular unos mejillones) que ya llevaban cierto tiempo ocupando espacio por lo que, una vez más, acudí presto al juego y use su buscador para encontrar alguna receta apropiada, algo que para mi desgracia no ocurrió.
Ya que estaba metido en faena, decidí tirar de ingenio y fui inventando la receta sobre la marcha. Al final el resultado fue bastante bueno, no sólo en lo comestible sino también en la presentación, por lo que pensé que sería curioso dedicarle una entrada en el blog al tema, así que lo creáis o no aquí os dejo la receta...
En primer lugar poned a calentar aceite, mientras tanto picar fina una cebolla y dejar que se poche lentamente. Al tiempo, coged un par de tomates grandes y maduros, peladlos para descartar la piel y troceadlos, quitando si queréis también las pepitas. Haced lo mismo con un poco de pimiento verde o rojo, da igual. Añadid todo ello a la sartén, y removed de vez en cuando, dejando que se haga, hasta conseguir un sofrito consistente.
Trocead los mejillones una vez que los tengáis limpios de "barbas" y estén bien lavados para eliminar impurezas, arena... y añadidlos al sofrito. Si no tenéis mejillones podéis utilizar cualquier otro marisco (Gambas, langostinos...) que tengáis a mano, sino también algun pescado como rape o merluza bien desmigado. Añadir sal y pimienta al gusto. Cuando todo esté bien ligado apagad el fuego y dejad que se temple.
Coged tantos "tubos de pota" como personas seais a comer. La pota, para entendernos, es el nombre que recibe en algunas regiones la sepia, y muchos supermercados la venden congelada en forma de cilindro, de ahí lo de "tubo". Descongeladla y lavadla bien. Si tiene, podéis quitar la "telilla" viscosa, eso hará que esté más suave. Ahuecad el tubo con la mano para que la abertura quede bien ancha; insertad en los tubos de pota el relleno que preparamos con los mejillones, antes de que estén llenos del todo, cerrad la abertura de cada uno atravesándolos de lado a lado con un palillo.
Colocad los tubos rellenos en una fuente de horno. Rociad por encima de cada uno de ellos un chorrito de aceite virgen extra, un poco de vino blanco y otro tanto de zumo de limón (o si lo preferís de zumo de naranja). Meted la fuente al horno a 200º durante quince o veinte minutos o hasta que comprobéis que la sepia esté hecha. A mitad de ese tiempo, abrid el horno y dadle una vuelta a cada tubo para que se dore un poco por cada lado, aprovechad ese momento para espolvorear por encima de los tubos un poco de perejil picado.
Si todo ha ido bien los tubos habrán menguado y a la par se habrán hinchado; quizás algo de líquido del relleno, de lo que sueltan los tomates, habrá salido de la pota, por lo que la salsa habrá cogido un precioso tono anaranjado. Ya sólo os queda servid y disfrutarlos.
.: eGladiator :.
2 comentarios:
Gracias cooking mama y no nos abandones.
Tiempo sin pasar por el blog y me encuentro un cambio brutal de temática;
Ahora es un blog de recetas!
Los flash ya no son lo que eran?
O es que ya no quieres sacar noticias?
Una crítica sobre la lentitud del team m3 respecto a las actualizaciones del sakura, aprovechando que recién han actualizado, puede ser interesante.
Un saludo buen hombre!
Me alegro de leerte.
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